Cuando imbécil se dice Maya

El ex senador menemista y actual patrulla perdida en Entre Ríos, promete eliminar al Kirchnerismo. La táctica: hoy presentaron en Tribunales un pedido para que quienes reciben la AUH, trabajan en cooperativas del Argentina Trabaja o son titulares de derecho de algún programa del Estado, no puedan firmar avales partidarios para las candidaturas.

Una vez que el Menemismo cayó en desgracia, Héctor Maya, perdió la brújula, su trayectoria política sostenida en la estructura del Partido Justicialista, del que renegó y ahora trata de volver a integrar, se terminó también en los neoliberales ´90. Sin embargo no desistió en la derrota y siguió abonando el rancio campo de la derecha argentina. Amagó con el PRO, con Busti, con De la Sota, siempre está tratando de remontar un antiguo kiosco, ahora con la “Agrupación Basta”, que reproduce en la provincia el slogan del Colorado De Narváez y cuyo leit motiv es evitar una supuesta reforma de la Constitución. Sus amigos de ruta son el procesado Augusto Alasino y Aníbal Vergara.

Su postura hacia el PJ, en el que, dicen, participarán con una lista propia en las PASO, es retornar a aquellos viejos buenos tiempos donde la estructura partidaria era una herramienta al servicio de la derecha y el stablishment. Se lamentan de haber abandonado el partido a una sola facción: el kirchnerismo. Estos muchachos, apelando a Perón y la doctrina suelen decir cualquier barbaridad en los medios locales, tratando de contrarrestar con discursos el escaso peso político que tienen.

En Entre Ríos, como en buena parte del país, la oposición parece obsesionada en disputar un inexistente espacio de extrema derecha, que no encontraría representantes debido a la tibieza y el candor de los dirigentes. Entonces elevan sus ataques, desprecian exageradamente todo lo que creen ese amplio espectro de votantes rechaza, siguiendo la línea editorial de La Nación, y van convencidos en ese camino del sin retorno. Maya, cree, participar de la interna peronista, le dispensará una paliza en lo electoral pero por lo menos un lugarcito a la sombra del partido gobernante, porque ve del otro lado un campo yermo.

Al mejor estilo Lilita Carrió, “la gente me comenta”, dijo, “que tiene mucho miedo”, razón por la cual, desde su Agrupación Basta, promueven la sana iniciativa de prohibir aquello que es un derecho en nombre de la libertad, fiel a su ideología neoliberal de dar libertades que parecen prohibiciones y prohibir o negar todo aquello que representa un derecho, no sin antes remitirse a Perón, Evita y los Santos Evangelios.