El Jefe de Gobierno Porteño se ha convertido en le héroe de
la Patria Chica. El reciente decreto de necesidad y urgencia anunciado por el
intendente de Buenos Aires para amurallar la ciudad capital y guarecer allí al
asediado por propias irregularidades Grupo Clarín, no sólo le suma un poroto
como favorito presidenciable del stablishment, además demuestra de un plumazo y
con una complejidad inaudita en cuanto a las acciones del gobierno del PRO, de
qué
manera la historia y sus conflictos originales están presentes en nuestros días. La ciudad del Puerto, echó mano al secesionismo o amenazó con esa posibilidad, cada vez que sus intereses estuvieron en riesgo serio por el avance de las provincias, intereses comerciales y políticos históricamente ligados a los de las potencias extranjeras, el modus operandi de la oligarquía. El intento de hacer valer un decreto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por encima de las leyes nacionales, sólo redunda en ese sentido. En realidad, todo es redundante en la medida. Que el PRO defienda abiertamente los intereses económicos y políticos del Grupo; que Clarín y la Nación destaquen a Macri como un valiente, un tipo decidido y firme en su defensa de las instituciones de la Patria; que la medida de necesidad y urgencia haya sido a partir de la alarma que encendió el rumor generado por el periodista estrella de la oligarquía; que las medidas y acciones de la oposición se basen en suposiciones, intuiciones, prejuicios; todo eso es muy obvio, una redundancia. Para la historia y para estos tiempos también.
manera la historia y sus conflictos originales están presentes en nuestros días. La ciudad del Puerto, echó mano al secesionismo o amenazó con esa posibilidad, cada vez que sus intereses estuvieron en riesgo serio por el avance de las provincias, intereses comerciales y políticos históricamente ligados a los de las potencias extranjeras, el modus operandi de la oligarquía. El intento de hacer valer un decreto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por encima de las leyes nacionales, sólo redunda en ese sentido. En realidad, todo es redundante en la medida. Que el PRO defienda abiertamente los intereses económicos y políticos del Grupo; que Clarín y la Nación destaquen a Macri como un valiente, un tipo decidido y firme en su defensa de las instituciones de la Patria; que la medida de necesidad y urgencia haya sido a partir de la alarma que encendió el rumor generado por el periodista estrella de la oligarquía; que las medidas y acciones de la oposición se basen en suposiciones, intuiciones, prejuicios; todo eso es muy obvio, una redundancia. Para la historia y para estos tiempos también.
Que el Decreto prospere, que se lleve a la práctica, que
tenga consecuencias a destacar, es dudoso y en todo caso secundario. Lo importante
es el hecho político del stablishment, al no poder hacer cuajar una alternativa
acorde a sus intenciones en la población, lo entroniza a Mauricio y trata de
imponerlo a como dé lugar. Crea una imagen de tipo duro, decidido a reprimir
sin importar las leyes y los derechos, capaz de defender un determinado sector
apelando inclusive a la violencia, pero también poniendo las cosas en su lugar,
o conservándolas allí donde esta bien que estén, es decir, legislando y
poniendo la justicia a favor de los intereses corporativos. Lo cual también es
una redundancia, pero una situación en pleno cuestionamiento. Y es que lo que
pone en evidencia, lo que hace parecer descabellado el intento republicano de
Macri, es justamente el avance en las discusiones que generó el proyecto
nacional y popular.
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