El ruralista había declarado al principio de su reciente
carrera política en el espacio de derecha, recordemos que antes militaba en la
ultraderecha del PCR, que si no encabezaba la lista de senadores se volvía a la
cosechadora – es decir a esos aparatos que reemplazan casi toda la mano de obra
necesaria para levantar la cosecha de soja, con las comodidades propias de un
coche de alta gama. El radicalismo de Benedetti amago con servirle esa posibilidad
en bandeja, para luego bajar la oferta, y decidir en el último y menos
conflictivo
encuentro, ofrecerle el primer puesto como diputado. Un día antes
del congreso radical, el PRO había hecho su último intento de consenso mediante
un encuestazo donde el Melli medía alto, los correligionarios no se comieron el
amague. Benedetti no quiere un nuevo enfrentamiento en sus filas y ni loco
piensa salir del escenario político. Por una cláusula interna de la UCR, el
empresario sojero subsidiado por el Estado, no puede reelegir como Diputado, y
está obligado a encabezar la lista de senadores. Sabe él, lo saben todos, si
vuelve al llano desaparece cualquier tipo de chance a futuro en la política. Eso
es, en definitiva, lo que juegan casi todos los opositores hoy legisladores.
Pino, Lilita, y Benedetti, entre tantos, no tienen otra cosa que mostrar que
sus bancas, aunque el radical tiene poquito más que eso, conduce el comité
provincial de su partido.
Dejar de ser legislador, para personas con escasa o nula
capacidad de gestión e igual nivel de construcción política, es prácticamente Siberia,
es el caso de Atilio. En ese sentido resolvió el congreso que a él obedece.
La decisión de los radicales hizo estallar al PRO en Entre Ríos.
Mandy Saliva ya venía re caliente puesto que fue el que encabezó, armó, tocó la
guitarra, se paseó por la plaza y siempre quedó a fuera en la rosca nacional. El
descenso en paracaídas del ecologista sojero le escupió el asado, lo volvió a
relegar, pero la esperanza volvió con un posible acuerdo con la UCR y luego
decayó en el último cónclave radical. Aún así, Mandy prefiere los radicales al
tren fantasma. No es el caso de Mattiauda, de la mesa chica de Alfredo, quien
sostiene que el Trío los Panchos – la agrupación del ruralista – tiene chances
yendo sólo o sumando a Busti. La cosa terminó a los sillazos y trompadas, en un
encuentro que reunió a los dos referentes. Mattiauda tuvo que abandonar
arduamente el local en Villaguay para no resultar herido, y la asamblea proclamó
a Mandy. Es decir, el radicalismo trasladó su interna al PRO, que si antes era
poco, ahora tambalea en la provincia. Entre Ríos no es Santa Fe, y eso se nota.
Ningún humorista o payaso, podría repetir acá la performance que el midachi allá.
El PRO nacional toma nota, hace números y presiona a De Ángelis
para que agarre la diputación que le ofrece la UCR. Saben que las encuestas se
las lleva el viento, y la construcción fuera de la General Paz, requiere
muñeca, practicidad, pragmatismo y no los berrinches de un estanciero. El Melli
corre riesgo de quedar sólo con el Trío los Panchos, una agrupación que con
toda la furia puede movilizar tres fiscales de mesa. Busti, es el plan B, pero
resulta que el PRO, la UCR, el Trío los Panchos y el propio Busti, todos ellos,
y también el socialismo, si querés, cazan en el mismo zoológico. Es decir, el
fragmentado electorado opositor. Llegar atomizados a las elecciones le conviene
a Urribarri, muy tranquilo, y a la UCR, que podría conseguir un honroso segundo
lugar y mantener a Benedetti, cuestionando la gestión del gobernador
entrerriano sin necesidad de mostrar su propia gestión, que no la tiene, ni dar
explicaciones sobre su incapacidad para retener la intendencia de Larroque o su
nulidad en el Parlamento. En el PRO, la prioridad es construir algo, por poco
que sea, fuera de la CABA, para que una supuesta candidatura presidencial de
Macri, sea algo más que un chiste, para ayer. De ahí que quien defina qué hará
De Ángelis con sus banderas del hiperfederalismo provinciano será él mismo,
cuando la conducción nacional del PRO le de a elegir entre la diputación de los
radicales o la cosechadora.
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