jueves, 4 de abril de 2013

La izquierdización del Radicalismo


Aunque parezca una redundancia, no lo es. Todos sabemos que la Unión Cívica Radical comenzó siendo un movimiento nacional, popular y revolucionario, allá por finales de 1800, conducido por el loco Alem. Luego, en poco tiempo, pasó a ser democrático, es decir, dejó de ser revolucionario y mantuvo su carácter nacional y popular, que llevó a Yrigoyen a la presidencia, quien, en poco tiempo lo convirtió en un partido meramente nacional, a fuerza de reprimir obreros a sur y norte, que a su vez mutó a un partido nacional conservador a instancias de Alvear. Más o menos así llegó hasta nuestros días, con dirigentes que militan a favor de absolutos abstractos como la democracia, el amor, las instituciones, la constitución, pero que en lo concreto, se abrazaron al neoliberalismo al cual, en su decadencia, defendieron a sangre y fuego, cerraron la legislatura durante meses, coimearon diputados para implementar medidas constitucionales y en el caso de Montiel, evitar un inminente juicio político. No olvidemos el aval político, que le dio cierto matiz legal a las dictaduras que se iniciaron en 1955, en adelante.  
Hoy, el radicalismo enfrenta una nueva mutación: su izquierdización, por dos cosas: en la actualidad, en nuestra provincia, tiene tantas líneas internas como cualquier partido de izquierda que se precie, y a instancias de Felicitas Rodríguez, avanza hacia la opción armada.
Usted se preguntará quien es Felicitas Rodríguez, y yo no lo culparé por su desconocimiento. La guerrillera en cuestión, es diputada de la UCR en Entre Ríos, y en estos días justificó la violencia de los de abajo, entiéndase Fagúndez, por la violencia de los de arriba, entiéndase el gobierno de la provincia, es decir Urribarri. Para la agro diputada Felicitas “Tania” Rodríguez, el gobierno mantiene “un enfrentamiento con todos los sectores productivos”, contra los cuales utiliza armas tan crueles como el reevalúo del impuesto inmobiliario rural, que incrementó la recaudación total de la provincia en más o menos un 5%. Injusticia que causó la justa reacción de los agropecuarios (sojeros), quienes disconformes con las explicaciones del gobierno cruel y despiadado, que los recibió dos veces para dialogar, optaron por romper la casa de gobierno, arrojar bomba molotv que no explotó y mandar al hospital a un policía. El gobierno continuó con la brutal medida, cuya constitucionalidad fue ratificada por la justicia, que como los radicales bien saben, es corrupta y deplorable, menos en el caso del Fiscal Blanc, que valientemente dejó libre a un sospechado de intento de homicidio y diluyó la causa estimando que el productor, solo pretendía amedrentar a los agentes del grupo de tareas de la AFIP con apenas 23 tiros, basándose en la mala puntería del tirador o en un conocimiento acabado de la experticia como tirador de Fagundez, quien sabe.
Pero el enfrentamiento que el gobierno mantiene con los pacíficos y ecologistas sojeros conducidos por el militante del PCR, actual candidato a senador del PRO, Alfredo De Ángelis, cuyo coequiper en la defensa de la revolucionaria propiedad privada de la tierra y la renta extraordinaria es, oh casualidad, Fagúndez, viene de antes. Más o menos por 2008, cuando el gobierno nacional trató de implementar la 125, medida expropiatoria contra la cual se alzaron radicales, comunistas revolucionarios, socialistas tibios y peronistas federales, entre otros y que defendieron pocos, poquísimos, dirigentes provinciales, bah, digamos dos: Urribarri y Cáceres. Entonces los agrorevolucionarios respondieron con pacíficos tractorazos en casa de gobierno y democráticos cortes de ruta que desabastecieron al país.
Ese enfrentamiento, con sus fluctuaciones, es el que el gobierno mantiene con “todos los sectores productivos”, según Felicitas Luxemburgo y que llegó al colmo cuando se avanzó contra el trabajo infantil y en negro en los establecimientos agropecuarios y vertió la gota que colmó el vaso intentando controlar la actividad comercial de Faúndez, mediante la brigada de la AFIP.  

1 comentario:

Anónimo dijo...

A falta de Sierra Maestra, La subcomandante Felicitas no arruga y asentaria su base de futuras operaciones guerrilleras,en Cuchilla Redonda, ajajaja !!!