A un
político se le pueden pedir muchas cosas diferentes, contradictorias,
inconexas, pero lo que nunca se le puede dejar de pedir es que gestione y lo
haga bien. El Pato, se mostró como un gran gestor. Esa muy buena gestión, esa
incansable actividad que agota a opositores y ministros, es el sustento de su
caudal electoral, su piedra angular. Pero gana porque tiene más que eso.
El Pato
canta, baila con las viejas, toca la guitarra, juega a la pelota, corre, se
tira al agua, discute, propone y escucha. Enfrente están la cobra Benedetti,
Busti, De Ángelis. No tienen con qué darle. Tratar de igualarlo sería peor,
sería falso y el Unabomber sojero ya tiene demasiado con eso de sobreactuar su
perfil campechano.
La campaña
de Urribarri fue muy buena en lo comunicacional, amén de ciertos detalles
machistas que todos debemos ir sacudiéndonos del lomo. Un mensaje claro,
obviamente apoyado en la gestión y un leit motiv que si logró calar en la
población, podría sorprender en su traducción en votos. El sueño entrerrianos
desveló a los opositores que se quedaron pedaleando en el aire y puteando mal.
Mostrando demasiada agresividad en un momento en que la población comenzó a
relativizar el mensaje opositor duro y contra un gobernador que provincia
adentro tiene el afecto de un sector y el respeto del otro. Lilita no hizo más
que agregarle un salvavidas de piedra al saco de plomo que ya traen los
radicales. Alfredo se contenta en mostrar cuan segundo es, evitando mencionar
cuanto se acerca al primero.
Pero el
Pato tiene más.
Es un
político audaz, lo demostró en varias oportunidades, y tal vez eso, le valió el
mítico “ahora entiendo porqué Cristina hincha tanto las bolas con vos”, del
querido y recordado Néstor. Y será un gesto de audacia el que largamente se
viene anunciando en los medios: su arribo a la Jefatura de Gabinete de la
Nación.
José tendrá
nuevamente un desafío por delante, pero no será el primero y tiene handicap. Se
jugó en los momentos difíciles, con todo por perder. Cuando ponerse frente a
los tractores que avanzaban tocando pito era casi eso, un acto suicida. Acá
está. Le sobra pulso para asegurar la continuidad de las políticas
desarrolladas hasta el momento y en marcha, mejorar los conseguido dependerá
del plus que le pueda imprimir a la gestión, pero eso es materia de otro post,
o no.
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