Te re entiendo si no sabes, o no te acordás quién fue
Benedetti. Porque, como sabemos, no pasarán a la historia los que especulen, y
Benedetti, bue… es un agro empresario subsidiado por el Estado que, hablando de
aventuras, fue diputado por la UCR. Allá lejos y hace tiempo cuando el campo éramos
todos,
pero a la guita se la llevaban algunos. En fin, que tuvo un paso
intrascendente por la Cámara, luego perdió la elección como Senador, dejando
sin banca a la UCR como no había sucedido hasta donde me llega la memoria. Se apagó
su estrella, pero él insiste en que vendría a ser ahora una estrella mediática
opositora en modo Lilita Carrió. El agro opositor tiene guita, mucha, y los
medios son independientes. Entonces, cada tanto, mientras ojea alguno de los
libros que componen la extensísima biblioteca que se ve en la foto, apunta en
una libretita una serie de diatribas contra Urribarri, contra Cristina, y no
mucho más. Esas son, parece, sus dos obsesiones en el exilio.
Y cada tanto, algún medio de esos que son independientes y
cuyos periodistas todo lo hacen y publican movidos por profundas, muy
profundas, convicciones, levanta los comunicados que la secretaria de Atilio
tipea torpemente por no querer romperse las uñas y envía a su listadito de
correos de medios independientes. Que linda letra tiene el doctor, le cuenta a
la madre cuando llega a la casa, cansada de otra agobiante jornada, ya lejos de
los brillos de antaño.
Atilio se enciende y dice a los cuatro vientos que lo de
Urribarri es una aventura, que no debería tener el 20% de intención de votos a
nivel nacional, que el Sueño Entrerriano es un farsa, y se sobresalta por su
voz que retumba en la soledad del baño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario